Decide Vivir

La Puya de Raimondi es una exquisita planta que crece resistiendo las inclemencias de las frías punas. Su flor compuesta es conocida como la flor más grande del mundo. Este majestuoso gigante se tarda nada mas y nada menos que 80 años en la preparación de su flor, y florea sólo una vez en su vida.
Lamentablemente, sus espinas lastiman al ganado de los campesinos por lo que estos queman a esta maravilla de la naturaleza, algunas veces tan gravemente, que muere o queda imposibilitada de reproducirse y muere sin cumplir su propósito. Muchas veces, nosotros somos lastimados a tal extremo que nos sentimos como una Puya quemada, casi
muertos en vida. Y de alguna forma es así, pues nuestras heridas han causado tanto resentimiento, tanto dolor que nos negamos a volver a confiar.  Nos negamos a mostrar y a veces hasta sentir emociones profundas. Y al hacerlo, también, nos negamos a vivir la vida abundante y con propósito que Dios nos tiene reservada. Sin embargo, nosotros somos una creación aún más
maravillosa que la Puya de Raimondi. Nosotros podemos elegir nuestro destino. Dios nos pide que nos despertemos de ese mal sueño que vivimos, nos conectemos a su poder y saquemos todo lo malo de nuestras vidas para ser libres y disfrutar de la vida. Recuerda siempre que no estas solo(a). Reflexiona en esto... Isaías 52:1-2 [modificado] Despierta, despierta, vístete de poder,...; víste tu ropa hermosa, [mi elegido(a)]; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, [hijo(a) mio(a)]; suelta las ataduras de tu cuello, cautivo(a) hijo(a) de Sion.