Una adicción se define una enfermedad física y emocional, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el sentido tradicional es una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación debido a la satisfacción que esta causa a la persona.
Si nos volvemos esclavos de nuestros deseos y estos son repetitivos ya que son la respuesta a una situación que no queremos, o sentimos que no podemos enfrentar, caemos en una adicción.
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Podrías haber tenido una mala experiencia con la autoridad, un padre o madre muy autoritarios o un jefe que fue terrible. Y a consecuencia de eso empiezas a llevarte mal con tus jefes, siempre ves sus defectos y esto empieza a perjudicar tu trabajo pero tu no puedes parar porque en el fondo te satisface no ceder el poder a la autoridad.
Podrías tener problemas en tu casa, y decides quedarte más tiempo en el trabajo porque ahí si reconocen tu valor o te sientes más valioso por las responsabilidades que tienes. Y de pronto ves que empiezas a dejar atrás a tu familia, a tus amigos y a tí mismo por el trabajo. Porque te volviste adicto a esa sensación de valor que te da.
También, puede ser que tu vida haya sido muy dura, pero en vez de enfrentar tu dolor y hacerte responsable de tu destino, prefieres sentirte una víctima. Y vas por la vida culpando a tus padres, a tu pareja, a tus hijos, a tus amigos por tu infelicidad porque al hacerlo, te liberas de la responsabilidad de afrontar TU tus problemas.
Las adicciones son innumerables y realmente creo que todos de alguna forma somos adictos a algo. Es verdad que hay adicciones que pueden ser más destructivas que otras, pero todas finalmente nos llevan al aislamiento y eso siempre es destructivo para el ser humano.
Robin Norwood, terapeuta profesional y escritora del Best-Seller “Las mujeres que aman demasiado” que habla sobre las adicciones a las relaciones, al final, nos muestra que para salir de las adicciones necesitas un grupo de apoyo que te permita dejar el aislamiento y la necesidad de creer en algo superior.
Será por eso mismo que Dios nos dice Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en tu debilidad2 Corintios 12:9 |
sábado, 4 de octubre de 2014
¿Adicto YO?
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