¡Debe ser Perfecto!

Los que sufrimos de perfeccionismo, andamos desesperados, llevando a cuestas las cargas de todos los que nos rodean y las propias. Deseamos tanto ese mundo ideal con familias perfectas, trabajos perfectos, cuerpos perfectos, salud perfecta, amigos perfectos; que nos enfrascamos en luchas que solo nos agobian y nos hacen sentir muy lejos de lo deseado.

Le damos “consejos al esposo o esposa ” de cómo “debería actuar con los chicos”, nos fastidiamos porque creemos que nuestro amigo el gordito “debería dejar de comer tanta basura”, y Estilita “debería dejar esa relación”, y eso sin olvidarnos de nosotros ya que “debería estar en un trabajo mejor”. El problema con este tipo de pensamiento es que solo nos trae frustración. Los psicólogos reconocen que este tipo de pensamiento es la fuente de muchas enfermedades mentales y emocionales. Por eso lo mejor es tranquilizarse y dejar de querer las cosas perfectas, debemos reconocer que eso no es posible, las cosas son como son y no como deberían ser, así que fijémonos en lo bueno que nos rodea, trabajemos por lo que queremos, sin dejar de reconocer que podemos fallar, porque somos humanos y esas fallas no son el final, sino, solo parte de un proceso continuo de crecimiento. Para conocer más sobre este tipo de pensamientos y los problemas que nos traen inscíte al Taller Cómo Administrar mis Emociones Aquï